Ciudadana Mary: El caso de María Contreras ex empleada de limpia de #Guadalupe Nuevo León

Hace pocos días, en mi espacio de Facebook compartí el caso de la señora María de Jesús Contreras Juárez, Doña Mary, quien permaneció más de 90 días en una huelga de alimentos sólidos ante el palacio municipal de Guadalupe, Nuevo León, en reclamo de que se le hiciera justicia, luego de que hace cuatro años, durante el inconcluso trienio de nuestra actual senadora Ivonne Álvarez, fuera separada de su trabajo en el área de limpia municipal, en donde había laborado por 16 años.

Admito que sin estar al tanto de los detalles jurídicos del caso, sentí que -por lo menos con difusión-, debíamos apoyar su lucha, por simple solidaridad o elemental humanidad, ya que por la falta de nutrientes su salud estaba muy mermada, además de que me era muy difícil entender qué lleva a un alcalde experimentado en la política a no dar una rápida solución a una mujer ya no joven, quien humildemente laboró por tantos años y que no podrá conseguir fácilmente trabajo por su edad.

El caso de Mary cobró notoriedad nacional gracias a que un grupo de activistas sociales se abocaron a apoyarla y a dar a conocer su singular reto a la autoridad, asistiendo con presencia física a su lugar de protesta, así como mediante la difusión en las redes sociales. Sin estos ciudadanos comprometidos, habría sido muy difícil que la voz de esta valiente mujer trascendiera más allá del humilde campamento en el que permanecía, expuesta al frío, el calor, y al desinterés de los funcionarios públicos y de la ciudadanía en general.

Pero sucedió que el alcalde César Garza, como buen priista, creyó que con desinformación, intimidación y represión, podría callar a Mary y asustar a los activistas solidarios, de modo que el sábado pasado, dio la orden de que todos ellos fueran desalojados por más de 80 policías, algunos de ellos portando armas largas. Hubo agresiones de los uniformados, golpes, robo de celulares, y al final, aunque Mary fue liberada, 8 activistas fueron puestos tras las rejas, para posteriormente ser dejados también en libertad. (Se puede consultar una buena nota al respecto en: http: //m.eluniversal.com.mx/notas/estados/2014/intentan-romper-huelga-en-nl-detienen-a-ocho-activistas-1011149.html. La represión fue narrada por uno de los detenidos, Jesús González Ramíres en: LINK

Tras estos hechos, el alcalde pareció recapacitar y ayer lunes sostuvo una reunión con Doña Mary y los activistas, pidió disculpas, ofreció solucionar el problema laboral en cuestión, además de procesar las denuncias por violaciones a los derechos humanos durante la detención, como se describe en esta nota periodística: LINK

Ojalá que el Señor César Garza en esta ocasión honre su palabra, y que todo se cumpla conforme a lo que se negoció, pues de ese modo dejará un sano precedente, una clara señal de que los mandatarios deben escuchar a los ciudadanos y están para servirlos, no para reprimirlos. El alcalde debe dejar claro que los mandatarios deben defender los derechos de los ciudadanos, sus mandantes. En una democracia real los mandatarios nos rendirían cuentas, nos consultarían y nos demostrarían que son buenos empleados, pues de no hacerlo perderían su trabajo o terminarían en la cárcel.

La gran lección que Mary nos deja con sus hechos y su valentía consiste en que no se conformó con la imposición de lo que ella consideró una injusticia, y actuó en consecuencia. Ejerció su ciudadanía, a costa de su salud y bienestar, a costa de la indiferencia y aún de las burlas de quienes pensaron que el poder la doblegaría.

Es por todo esto que me pareció muy oportuno agregar a esta reflexión los conceptos que en su columna de ayer en el periódico El Norte vertió Denise Dresser, en la que -haciendo referencia a las ya famosas preguntas del cineasta Alfonso Cuarón a Enrique Peña Nieto-, nos señala la importancia de aprender a disentir, a perder el miedo, a preguntar, exigir, luchar; a lograr la "liberación de esa identidad ciudadana perdida en el laberinto de lo dado". Y Mary no se quedó sólo en las preguntas y la reflexión como lo hizo Cuarón -desde una bien ganada posición de fama y poder mediático gracias a su trabajo y talento-, sino que ella fue más allá, y desde la más humilde posición en la cruel escala social en que vivimos, desde su condición de "Zanahoria" (como llaman en Nuevo León a quienes trabajan en la limpieza pública, por sus uniformes color naranja) retó al poder, pero sobre todo, a nuestra indiferencia ciudadana.

Esta historia aún no termina, pero Mary ya ganó una gran batalla que libró por ella y los suyos, por su dignidad y, no lo olvidemos, la de todos nosotros.

Gracias Mary. Gracias a ti hoy somos un poco más ciudadanos, un poco menos indiferentes. Tu ejemplo de rebeldía nos convence de que debemos luchar contra el silencio, pues como dice Denise Dresser, "nada fortalece más a la autoridad arbitraria que el silencio de los que no quieren o no saben o no se atreven a disentir".

Bendiciones para ti y para quienes, en un acto de solidaridad destacado en Nuevo León, te han apoyado.

Cristina Sada Salinas

20 de Mayo de 2014.