Destroza pederastia clerical a familias

Colaboración especial de Ismael García Morales

OAXACA.- Al hombre se le quiebra la voz. No puede contener algunas lágrimas: “Hablamos mucho de las víctimas, pero no de la familia, de los hermanos y hermanas menores, que son los que sufren al que fue dañado. No olvidemos a los padres de familia, que sentimos lo que le pasó a uno de nuestros hijos, cómo sentimos lo que sufren ahora nuestros demás hijos; es una cadena y desgraciadamente esta es la semilla que siembra un abuso sexual de este tipo”.

Es Pedro Mendoza, padre de uno de los más de 40 niños y jóvenes abusados sexualmente por el cura Gerardo Silvestre Hernández, hace una década, y cuyo menor ahora naufraga entre los vicios y la delincuencia, en el Estado de México, a cuyas autoridades el tutor pide apoyo para proteger a su familia.

Múltiples casos

Pero el del hijo de Pedro no es el único caso de abuso sexual  por parte de quien fuera párroco en localidades de la Sierra Juárez del estado, donde ocurrió la mayoría de los casos. En la reciente presentación del documental “Silvestre. Pederastia clerical en Oaxaca”, dirigido por Santiago Mohar, producido por Cristina Sada y con la investigación de Diego Osorno, los testimonios de viva voz abundaron.

Situación similar ocurrió en la Semana Santa pasada en la capital oaxaqueña, en que dos jóvenes denunciaron penalmente por abuso sexual al sacerdote Carlos Franco Méndez, quien fue aprehendido el 15 de julio, pero liberado el día 18 por falta de elementos.

De Gerardo Silvestre según los testimonios en Santiago Camotlán se conocen al menos de ocho casos, en Yetzelalag, tres; en Roaguí, dos; en San Juan Yatzona, dos, además de otros ocurridos en la parroquia de Huitzo, en los Valles Centrales.

Abusos y alcohol

El sacerdote Manuel Arias es uno de los 10 religiosos que ha denunciado los abusos de Gerardo Silvestre, por lo cual ha sufrido atentados y amenazas de muerte.

Según narró, se enteró de los casos en el año 2009 cuando acudió a la comunidad de Santiago Camotlán y recibió una carta de un profesor.

“Cuando tuve elementos, busqué al Arzobispo José Luis Chávez Botello; le llevé documentos y grabaciones personalmente, pero no me creyó”, refiere.

De acuerdo con la carta del profesor Juan Gómez, fechada en Santa Catarina Yetzelala el 12 de junio de 2009, el padre Silvestre “metía a los jóvenes al curato, los emborrachaba y luego tenía relaciones sexuales con ellos”.

“En plática comentaron que les hacía caricias obscenas, los tocaba, entonces en mi carácter de profesor les prohibí que se acercaran a él… en una de las festividades invitó a los jóvenes a tomar, les compró sus cervezas, ya tomados a uno de ellos le realizó acto sexual”.

Familia destrozada

Pedro Mendoza refiere que a causa de la agresión sexual a uno de sus hijos, en el año 2006 en Huitzo, su familia quedó totalmente destrozada; su esposa se llevó a sus hijos al Estado de México, donde el niño abusado se tiró al vicio pero además ha dañado a sus propios hermanos.

“Pido al gobernador Eruviel Ávila que dé seguimiento a las denuncias por daños a mi familia; no he podido ver a mis hijos, una de las niñas está quemada, no quiero pensar mal, se han venido una serie de cosas. Es una satisfacción saber que el pueblo de Oaxaca, los medios de comunicación ya están tomando conciencia del problema de la pederastia. La situación nos rebasó, discutimos como pareja, hubo ruptura familiar. Mi hijo agraviado sigue, ya no estudió, se dedica a la vagancia, toma, sus hermanos menores están sufriendo las consecuencias de que esté afectado”, expone.

Fue Pedro quien interpuso la primera denuncia penal, bajo el número 22/DS/2012, por la agresión sexual en contra de su hijo. Gerardo Silvestre fue aprehendido el 29 de noviembre de 2013 y aún está a la espera de sentencia por parte del Poder Judicial.

Entre los curas que lo denunciaron se encuentran Juan Ruiz Carreño, Juan Antonio Jiménez Gómez, Miguel Ángel Morelos García, Jorge Pérez García, David Elías Mendoza Maldonado, Ángel Noguera, Manuel Arias Montes, Guillermo Velázquez Gordillo, Sergio Herrera Arias y Leoncio Hernández Guzmán.

Caso impune

El 29 de marzo de este año, Lenin López Jiménez denunció ante la Fiscalía General de Oaxaca al Vicario Pastoral de la Catedral de Oaxaca, Carlos Franco Pérez, por presunto abuso sexual ocurrido el viernes de Semana Santa, 25 de marzo.

Junto con otro joven, con engaños fue subido al curato donde el sacerdote les invitó bebidas alcohólicas, tras lo cual fue violado el joven. El señalado fue detenido el 15 de julio, pero liberado el día 18 por falta de elementos. El día 20 del mismo mes, la víctima y familiares señalaron públicamente al cura, durante una conferencia de prensa.

“Estos casos que se han dado en la iglesia, lo toman como juego muchos, como engaño, incluso piensan que uno está en contra de la iglesia, pero son cosas que no deben suceder. Es como una enfermedad que poco a poco va a avanzando, muchos casos como el que se acabó de exhibir, por temor por miedo por pena, de lo que va a decir la comunidad, no se denuncian, pero es importante que se haga”, expone el joven de 19 años de edad.

Corren a catequistas

Inés Sandoval Chimil fue, junto con su compañera Laura, quienes conocieron el hecho al día siguiente; no obstante, junto con otras 37 catequistas, fue corrida de la iglesia por hacer público el hecho.

“Estamos amenazados, me han dicho que me calle, pero la verdad es más fuerte, fuimos despedidas todas las catequistas de la Catedral, por indicaciones del arzobispo Chávez Botello. Mi pregunta es, ¿quieren seguir siendo iglesia ustedes?, yo sí, voy a defender mi iglesia, sigo defendiendo mi iglesia pase lo que pase, hasta la muerte”, remarca.

Temen fallo adverso

El encargado de la investigación para el documental “Silvestre. Pederastia clerical en Oaxaca”, Diego Osorno, reconoce el trabajo que realizó la Fiscalía General del Estado para la aprehensión de Gerardo Silvestre. Pero: “A cuatro años de la de consignación no ha habido sentencia por parte del juez, en lo que queda de este gobierno (Gabino Cué) y en la llegada del otro (Alejandro Murat), cabe la posibilidad de que se dé una sentencia mínima para que quede en libertad, lo cual termina por ser un acto de injusticia”, advierte.