04/07/2015 - 03:03
Estimados amigos:
Los estrategas y publicistas que asesoran las campañas de los partidos políticos suelen decir que la mejor manera de ganar votos es apelando a lo irracional, a las emociones y a la “buena imagen”, entendida ésta como la que más se apegue a los estereotipos popularizados por la telebasura. Los resultados están a la vista con la debacle a la que el actual ocupante de Los Pinos ha llevado al país.
Es por eso tan importante que en las elecciones del 7 de junio y durante la campaña electoral, sepamos desmentir esa visión de la política como instrumento de manipulación de conciencias, y demostremos que hemos madurado como ciudadanía, por lo que no nos bastan ya las caras “bonitas” ni los mensajes superficiales de una partidocracia que ha agotado su capacidad de engañarnos con las falsas promesas de siempre, aunque las disfrace de novedades.
En este camino de respeto a la inteligencia de las y los votantes se encuentra un grupo de políticos, muy pequeño por cierto, que a nivel nacional y estatal dignifica la tan desprestigiada vía electoral. Como candidatos independientes algunos, otros como candidatos ciudadanos que han optado por competir bajo las siglas de un partido al que no necesitan pertenecer, están dando la pelea por conseguir puestos tan importantes como diputaciones federales y locales, y en el caso de Nuevo León, la gubernatura.
Uno de ellos es mi amigo Roberto Gallardo, un ciudadano comprometido con las mejores causas sociales, que no se queda en la simple indignación sino que pasa a los hechos. Él ahora pelea por conseguir una diputación por el distrito 6 local a través de Movimiento Ciudadano, junto a otras personas valiosas como otra gran amiga, Irgla Guzmán, candidata también a una curul estatal por el distrito 11.
Roberto tiene una visión muy clara de la situación política de Nuevo León y la plasmó en un escrito que aquí les comparto, pues considero que es un mensaje muy preciso acerca de las opciones que como ciudadanaía pensante tenemos en medio de una oferta política plagada de superficialidad y de personajes que representan los más oscuros intereses.
En su artículo Roberto nos presenta una concisa y certera radiografía de los candidatos a la gubernatura, en la que se resalta lo que muchos ya sabemos y que yo he repetido en esta red social: que el mejor candidato, el más preparado y experimentado, es sin duda Fernando Elizondo Barragán, un hombre al que conozco desde hace más de 30 años, en los que he podido confirmar que tiene una enorme capacidad administrativa, una gran seriedad y sentido de la responsabilidad y el compromiso con su sociedad, lo cual se une a un profundo humanismo y cordialidad en el trato. Me consta que el único interés que lo mueve es el de ayudar a construir, para legarlo a sus hijos y nietos, un mejor Nuevo León del que a nosotros nos tocó conocer y vivir. Esto se refleja en su actitud de firme oposición a los abusos del poder, como el que representa el proyecto Monterrey VI ("el robo del siglo") contra el cual se manifestó públicamente incluso mucho antes de mostrar interés por contender para un cargo público en el actual proceso electoral.
Elizondo es sin duda alguna la opción de la inteligencia y la razón en estas elecciones, y eso es lo que debemos tener presente cuando vayamos a cruzar nuestra boleta electoral. Está en juego el futuro de nuestro estado, de nuestros propios hijos y nietos. ¿Tendremos la entereza para detener la catástrofe que representan los candidatos que le apuestan a la irracionalidad y la estridencia?
Espero puedan leer, analizar y compartir este artículo de Roberto Gallardo, para documentar nuestra decisión.
Cristina Sada Salinas