Hoy, 1 de diciembre en el que los mexicanos estamos llamados a salir de nuevo a las calles, es un tema destacado en redes sociales la entrevista que esta mañana realizó Carmen Aristegui a Sandino Bucio (liga), el joven de la UNAM que fue arbitrariamente detenido y luego liberado tras una amplia respuesta colectiva en las calles e Internet.
Creo que aunque Sandino tuvo razón al decir que la violencia que algunos jóvenes ejercen en las acciones de protesta es insignificante junto a la violencia institucional del Estado mexicano, el responder a esa violencia estructural con agresiones, es una equivocación total y muy lamentable.
Lejos de ser transparente y directo en sus respuestas, Sandino trató de evadir su responsabilidad al querer matizar su propia participación en actos violentos, y sólo por la presión de Carmen, quien no le dejó otra salida, se vio forzado a aceptar que él se ha cubierto el rostro para tomar parte en acciones agresivas contra la autoridad, lo cual justifica, con muy poca inteligencia, como actos de “defensa”.
Con esta declaración, Sandino, un destacado activista del movimiento estudiantil, lo que ha conseguido es no solamente quedar como un muchacho inexperto para manejar su propia crisis, sino que ha manchado la pureza de todo el movimiento pacífico que se ha formado en torno a la indignación nacional por la desaparición y muerte de los normalistas de Ayotzinapa. Además, al aceptar que “tal vez” la quema de la puerta del Palacio Nacional fue cometida por jóvenes que como él están hartos de la represión del Estado, Sandino no toma en cuenta que con agresiones como ésta, por muchas razones que ellos quieran esgrimir para validarlas, han puesto en riesgo la vida de hombres, mujeres, niños y adultos mayores que acuden a las manifestaciones pacíficamente y repudian la confrontación.
Sin embargo, el lamentable papel que le tocó jugar a Sandino, no invalida lo esencial que debería estar a discusión -y en lo que me basé para defender su postura en una publicación en esta misma página el día de ayer-, más allá del desacuerdo que tenemos con sus balbuceos para justificar la violencia:
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Que elementos policíacos sin identificar, vestidos de civil, estén realizando detenciones arbitrarias, sin órdenes judiciales , con violencia, tortura y amenazas de violación sexual y muerte.
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Que el gobierno federal cuente con una “policía encubierta y de infiltración” que puede detener sin orden judicial a cualquier ciudadano. ¿Qué es peor?, ¿que los jóvenes cubran sus caras para cometer actos vandálicos, o que autoridades sin identificar, anónimamente, puedan detener y desaparecer a cualquier ciudadano?
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Que mientras se magnifica el intento de quema de la puerta de Palacio Nacional, ninguna autoridad dice nada de las quemas de oficinas, comercios, autos e instalaciones públicas en Guerrero por parte de personas que no ocultan el rostro y que demandan directamente la aparición de los 43 normalistas. ¿Qué cálculos políticos está haciendo el gobierno federal para criminalizar a unos e intentar ignorar a otros?
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Sigue siendo de vital importancia que exista una red organizada de padres de familia y sociedad en general para defender nuestro derecho a la libre manifestación a lo largo y ancho del país, independientemente del posible desprestigio que provocó este inmaduro activista.
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¿Dónde están los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa?, ¿quiénes son las decenas de personas cuyos restos han sido encontrados en las fosas clandestinas de Guerrero y otros estados?
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¿Quienes son los más de 70 encarcelados que supuestamente desaparecieron a los normalistas?, ¿con qué métodos fueron obtenidas sus confesiones?, ¿por qué a pesar de sus “declaraciones” sigue en duda el paradero de los estudiantes?
Éstos y muchos otros puntos seguirán en cuestionamiento mientras no haya justicia y mientras no aparezcan los miles de desaparecidos.
Sandino tendrá que enfrentar las consecuencias de sus hechos y palabras, nosotros, debemos seguir apoyando la lucha civil pacífica y repudiando la violencia en cualquiera de sus formas, venga de donde venga.
Quienes puedan hacerlo, no falen a las marchas pacíficas de la tarde de hoy.
VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS
Cristina Sada Salinas
Regiomontana, apasionada por la comunicación, en la busqueda de construir opciones de participación ciudadana, para hacer frente a la corrupción del poder político y económico de México.
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