Monterrey VI en cinco actos

La brillante académica y columnista Alejandra Rangel sintetiza con gracia y claridad la historia del proyecto Monterrey VI, exponiéndola a la manera de una obra teatral en cinco actos, para que podamos vernos reflejados en ella y nos preguntemos si como ciudadanos seremos actores, pasivos espectadores, o simples miembros del coro.

Para quienes no la conozcan, anotamos que Rangel es licenciada en Filosofía y Maestra en Metodología de la Ciencia. Profesora e Investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Cuenta con publicaciones en las áreas de literatura, cultura y análisis social. Estudiosa de temas de la Modernidad, Posmodernidad, y Desarrollo sociocultural. También es importante mencionar que durante un largo periodo se desempeñó como titular del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León y el Consejo de Desarrollo Social, por lo cual esta crítica al sistema tiene mucho peso, pues viene de alguien que conoce las entrañas de sus corruptos mecanismos.

¿Agua para los ciudadanos?

Alejandra Rangel

14 Feb. 2015 / El Norte

El rechazo al proyecto Monterrey VI, cuya finalidad era adelantarse a una eventual escasez de agua, ha resultado ser un ejercicio ciudadano de gran importancia para el futuro, y puede analizarse desde la perspectiva de una representación teatral de la condición humana, donde a manera de espejo vemos reflejarse todas las pasiones e indigencias de los hombres.

Si pudiéramos imaginariamente trasladarnos a un primer acto de esta obra, encontraríamos en el escenario una mesa donde los funcionarios federales de Conagua y estatales de Agua y Drenaje, al amparo de sus superiores, planean a discreción y bajo el control del Gobierno del Estado el "proyecto del siglo", engolosinados por lo que creen será su casi trascendencia en la historia y su futura riqueza.

Algunos empiezan a soñar con que mañana formarán parte, pensando en voz alta, de la portada de un libro de texto escolar.

Segundo acto: una voz en alto explica que dicha propuesta se empieza a proyectar en el sexenio de Felipe Calderón, tal vez con la intención de restar culpas y problemas a Enrique Peña Nieto y al Gobernador Medina. El público piensa que lo que quieren es anticiparse ante los posibles juicios: si sale bien es mi obra, si no, es del anterior.

Tercer acto: aparece el documento oficial en que se basa el estudio, pero nunca se abre a debate, no se sabe quiénes fueron los integrantes del Comité Técnico, no quieren dar a conocer los datos y análisis de la evaluación a la ciudadanía.

El público reclama desde las gradas: "Si es una investigación con resultados objetivos, por qué no mostrarlo. ¿Será engaño o cifras alteradas?".

Cuarto acto: todo se mantiene en secreto, con la excusa de que se trata de información confidencial. En ese momento 14 organizaciones de la sociedad civil aparecen en el escenario, preocupadas por los impactos ambientales, económicos y sociales del proyecto, toman la palabra y presionan para conocer los estudios del traslado del agua de la cuenca del Pánuco hacia Monterrey. (No hay respuesta.)

El coro de voces entra en escena: ¿quién pagará el costo de la obra que será aproximadamente de 57 mil millones de pesos, sin considerar gastos no previstos en ese total?

La gente en el teatro responde: ¡los ciudadanos mediante el pago de las tarifas de agua, durante los siguientes 27 años! Ni el Gobierno federal ni el estatal, sino Agua y Drenaje con dinero del pueblo. "Es un robo... es un robo", se escucha al unísono.

Quinto acto: entran 20 especialistas de The Nature Conservancy y miembros del Fondo de Agua mostrando los datos del estudio donde demuestran con elementos técnicos y científicos que Monterrey VI rompe con las recomendaciones de Conagua respecto al consumo autorizado por habitante, y que el Pánuco en la actualidad ya demuestra un déficit de agua durante dos meses al año.

Además, existen previas asignaciones a Querétaro, Guanajuato y ahora también a Nuevo León. Por lo tanto, la disponibilidad de agua en la fuente es menor a la proyectada. Diversas zonas agrícolas de Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí se verían afectadas, al igual que los humedales y la biodiversidad en el Golfo de México.

Los especialistas explican al auditorio que existen coincidencias de datos entre las organizaciones ambientalistas, Nature Conservancy y el Fondo de Agua.

Gran final: hay soluciones más económicas para garantizar el flujo de agua a Monterrey, menos dañinas hacia el medio ambiente y más honestas.

Entonces ¿qué esconde este proyecto? Las extraordinarias ganancias de todos los involucrados, probablemente ya otorgadas a contratistas (léase Higa), gobernantes, políticos y constructores, todos apuntados en el reparto.

Alguien entre el público grita: no se quiere cancelar porque habría que regresar millones de pesos ya otorgados por cuotas y moches.

Lo que menos les importa es el abastecimiento del agua, la destrucción de humedales y las emisiones de CO2.

Coro y público: "México decepciona".

aleranhin@gmail.com

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