Mujeres cómplices

 05/04/2015 - 15:06

Mi amiga Claudia Tapia Costelo escribió una breve reflexión que ahora comparto con ustedes, pues desde hace ya muchos años es algo en lo que he pensado en términos muy parecidos.

Dice Claudia:

Señoras esposas e hijas de políticos ladrones del erario público: ¿Qué tal les lucen sus Laboutines, sus bolsas Chanel, Vuitton? ¿Qué tal disfrutan sus viajes y shopping? Díganme, ¿qué se siente ser cómplices silenciosas del robo de los recursos que estaban dirigidos a los rubros de salud, educación e infraestructura básica? ¿Qué sentirían si se hicieran conscientes de todos los bebes y niños que mueren a diario porque no había un medicamento básico para detenerles una diarrea, o la infraestructura para atenderlo, porque ustedes lo traen puesto en sus zapatitos o se lo gastaron en el salón?

¡No se vale! !No se hagan! Cuando las cuentas no cuadran, la pregunta es: ¿De dónde estás sacando esto? Así que: ¡Cómplices silenciosas! Tan grave lo uno como lo otro.

¡Presuman su integridad! Súbanse en los tacones de la inteligencia, del bienestar; mientras tanto, sepan que somos muchos ya los que las observamos con asco, y espero pronto que el repudio esté en las voces de todos.

Yo me pregunto: ¿Cómo se sienten esas esposas e hijas de los políticos?, aquellos que desvían recursos del erario, que reciben moches cuando perfectamente conocen que el puesto público paga bien, pero no para esos lujos, ni para compras cuantiosas en viajes en primera al extranjero; ni para compras de bolsas y vestidos de marca, y menos para joyas.

¿Cómo se sienten las esposas de los empresarios que, después de sus conexiones con los políticos, y luego de que exitosamente ganas las licitaciones “a modo”, el marido o el “papi” comienza a soltarles lana hasta para el más ligero de sus caprichos? ¿Acaso nunca se preguntan si atrás de cada prenda de marca, de cada par de zapatos, de cada joya, hay cientos o miles de enfermedades y muertes?

¿Acaso no son capaces de tener la imaginación para entender que sí, que cada peso desviado del erario cuesta vidas humanas, condena a cientos de miles de seres humanos a una vida miserable, mutila las expectativas de vida de los bebés recién nacidos, entierra la dignidad de las personas, así como su derecho humano a tener un techo adecuado,  una educación de calidad, un plato nutritivo de comida tres veces al día?

¿Tampoco ven la relación con la violencia que la vida corrupta de sus proveedores provoca? La violencia que se desata cuando el hombre o la mujer se deprimen por no poder ganar un salario adecuado, y se desquitan con su familia, o cuando el transporte es tan tardado y caro que llegan agotados y sin humor al hogar.

Mujeres esposas de políticos. Mujeres esposas de empresarios que ganan licitaciones y proveen al gobierno dando moches.

Ustedes hacen usufructo de este tipo de crímenes, por si no se había dado cuenta.

La sociedad con tantita decencia las comenzará a hacer a un lado, y los cibernautas se lo estaremos recordando.

Ustedes le ponen esa caja de cartón como “respirador” al bebé que aparece en la imagen que acompaña a este texto y que se ha hecho viral en redes sociales (tomada de: link).

Ustedes dejan que mueran miles pequeños de disentería.

Dios las perdone el día de su muerte, pero ese día verán su vida como un flashazo y ustedes mismas verán con claridad el daño que hicieron al ser cómplices de un sistema corrupto, y serán ustedes mismas quienes  se condenen.

Cristina Sada Salinas

PD: Estas palabras no intentan enjuiciar a un género, pero al ser nuestro sistema político y económico de naturaleza patriarcal, la inmensa mayoría de quienes detentan el poder son hombres, con las mujeres relegadas al rol de esposas, hijas y amantes. Sin embargo, todos conocemos los casos de las mujeres de poder cuyas parejas masculinas también caen en la situación que aquí se trata.

Imagen de cristinasc
Cristina Sada Salinas
Regiomontana, apasionada por la comunicación, en la busqueda de construir opciones de participación ciudadana, para hacer frente a la corrupción del poder político y económico de México.

Follow the author on         or visit   Personal Blog