Para entender conflicto actual, hay que ignorar campaña contra la CNTE. Entrevista a Diego Enrique Osorno (I)

 07/06/2016 - 04:36

El conflicto en torno a la llamada reforma “educativa” impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto ha escalado a nivel nacional, pues son cada día más los estados en los que se registran movilizaciones masivas, paros, bloqueos de calles y carreteras, y hasta huelgas de hambre como la que lleva a cabo el maestro Joel Cruz en Nuevo León (ver), estado que ha sido sacudido por marchas de maestros no vistas desde hace más de dos décadas. Sin duda, el asesinato de nueve personas en Nochixtlán, Oaxaca el pasado 19 de junio, fue un poderoso detonador para esta explosión de indignación.

 

Esta nueva ola de insurgencia ciudadana tiene un protagonista destacado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la famosa CNTE, un organismo del que mucho se habla pero del que se conoce casi únicamente lo que el gobierno federal, a través de los medios de comunicación masivos, quiere que sepamos: que se trata de un grupo violento, casi guerrillero; que es un sindicato igual a los demás en corrupción y autoritarismo de sus líderes, quienes lejos de buscar el bienestar de las maestras y maestros sólo se enriquecen mediante la manipulación política de los educadores.

 

Los hechos de Nochixtlán, sin embargo, han hecho que muchos mexicanos nos interesemos por saber realmente de qué se está hablando cuando nos referimos a la CNTE, pues no nos basta con la versión de un gobierno que perdió la poca credibilidad que le quedaba con la estrepitosa caída de la “verdad histórica” sobre el destino de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

 

Por todo esto, acudí a mi amigo Diego Enrique Osorno, gran periodista y un profundo conocedor de Oaxaca y sus problemáticas, ya que cubrió el conflicto que en 2006 se desató en aquel estado cuando un gran movimiento civil agrupado en la Asociación Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) exigió, tomando las calles, la salida del gobernador y la mejora en las condiciones de los trabajadores de la educación, experiencia que Diego plasmó en su libro “Oaxaca sitiada. La primera insurrección del siglo XXI” (nota), y que lo llevaría a formar parte, casi diez años después, de la Comisión de la Verdad de Oaxaca (CVO), al lado del padre Alejandro Solalinde, órgano que investigó y denunció la ola de represión, violaciones a los derechos humanos y homicidios que se vivieron en 2006 (leer).

 

Con esta gran experiencia a cuestas, Diego Enrique Osorno me distinguió al darme una larga entrevista en la que habló de la CNTE, la lucha magisterial y su repercusión en Oaxaca y todo México. Presento aquí, como una primera entrega, los aspectos más destacados que este joven valor del periodismo tocó respecto a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, con un enfoque que choca en gran medida con la versión “oficial”.

 

 

Corrupción y autoritarismo, la excepción. Democracia, la regla

 

 

Diego inicia sus palabras aceptando que efectivamente en la CNTE existe la corrupción y el autoritarismo, para aclarar enseguida que a diferencia de los sindicatos afines al PRI, como la CTM, CROC, el Sindicato de Ferrocarrileros, de trabajadores de Pemex, etc., en la Coordinadora “sin duda alguna estos problemas son la excepción y no la regla”.

 

Se pregunta “¿Por qué?”, y lanza esta respuesta:

 

Porque la CNTE se ha consolidado como un órgano realmente horizontal, que privilegia la asamblea, que privilegia la discusión por encima de lo vertical, de la imposición. Eso es tan claro que se puede percibir de la siguiente forma: Mientras que cualquier sindicato de los que trabajan para el PRI tiene líderes que dejan el cargo prácticamente hasta que mueren, como Gamboa Pascoe o Fidel Velázquez, el ejemplo clásico; o cuando caen en desgracia del gobierno como Elba Esther Gordillo, o como La Quina... en la CNTE no hay un líder único que aglutine toda la expresión de este sindicato; y ¿por qué?, porque realmente ahí hay una serie de fuerzas que son democráticas, que tienen una visión muy distinta entre ellas sobre muchas situaciones que se dan al interior del sindicato y hacia afuera, porque el trabajo del maestro, como muy pocos [otros empleos], tiene una interacción con la comunidad muy importante.

 

Entonces a mí me parece que a la CNTE no hay que ponerla en el mismo saco que a los demás sindicatos priístas charros clásicos. Eso no quiere decir que no tenga problemas de corrupción y autoritarismo, ojo, pero para mí, con lo que he investigado y lo que yo he entrevistado y lo que yo he conocido, son la excepción, son algo que avergüenza al organismo, que se combate en la medida de lo posible, y que para ningún lado, en ninguna forma, se vuelve la norma.

 

Señala que si queremos entender realmente el conflicto actual, lo primero que tenemos que hacer es ignorar la campaña “muy, muy cruel” que el gobierno ha emprendido desde hace años contra la CNTE, “tratando de estigmatizarla como un sindicato corrupto más, y por otro lado, como un sindicato 'guerrillero', como un sindicato que tiene un interés, que más que buscar el bienestar del magisterio y la clase trabajadora, busca respaldar intereses guerrilleros... Yo diría que para entender el conflicto que está viviéndose hoy en día, primero hay que ignorar toda esta campaña de desprestigio que hay contra la CNTE, y reconocer que es un sindicato más democrático que el promedio de los que hay en México”.

 

 

Detención de líderes, autogolpe del gobierno

 

 

Se le cuestionó sobre el intento de “descabezar” a la CNTE con la detención de sus líderes, acusados de graves delitos, a lo cual contestó con un auténtico análisis político, histórico y periodístico, que bien vale la pena reproducir extensamente:

 

El gobierno ha querido dar lo que ellos consideran golpes a la CNTE, que en realidad son autogolpes.

 

El primero fue el desmantelamiento del IEEPO (Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca), [el cual] ...fue creado en los años 90 por el gobierno priista de Eladio Ramírez, líder sempiterno de la CNC (Confederación Nacional Campesina) y por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, con el fin de cooptar o tratar de burocratizar al movimiento oaxaqueño. El movimiento oaxaqueño desde un principio marcó esta dinámica horizontal, de asambleas, de discusión, donde los líderes realmente tenían que someterse a las bases y a las constantes asambleas; entonces el gobierno se las ingenia y se decide a crear el IEEPO y meter ahí a una clase de maestros, o a un grupo de maestros, con el fin de burocratizarlos y de corromperlos, hay que decirlo tal cual. Entonces el IEEPO más que tener una función cercana al movimiento tenía una función desmovilizadora.

 

Ese fue el primer golpe.

 

El gobierno quita ese dique de contención que ellos mismos habían creado para contener digamos, la vida democrática, y el efecto está en que el movimiento se sostiene, el movimiento se mantiene porque es un movimiento real; es un movimiento donde el nivel de politización que tienen los integrantes del sindicato es muy fuerte, un nivel de politización, además, no de libros, es un nivel de politización por el acercamiento que ellos tienen con la realidad, con las experiencias docentes que viven en estas comunidades tan pobres de Oaxaca, que ustedes conocen también, porque han hecho algunos trabajos, son comunidades muy, muy pobres; entonces la politización de estos maestros es radical por supuesto, porque vienen de las comunidades más marginadas; y es una politización además que viene de experiencias directas, concretas, que después se acompañan de teoría, de planteamientos políticos, pero en primera instancia la radicalidad de la Sección 22 y de la CNTE, la da el contacto con esta pobreza extrema que vive México y que muchos funcionarios ni siquiera conocen, ni siquiera quieren conocer de manera cabal, de verdad. Entonces ese es el primer golpe que ellos creen que dan al movimiento magisterial en Oaxaca, pero en realidad me parece que fue un autogol para ellos.

 

El segundo es precisamente... la detención de los dirigentes más importantes en la estructura, que es el secretario general y el secretario de organización (nota). Esta detención, en un contexto como el del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) quizá hubiera funcionado para amilanar al resto de la estructura. ¿Qué pasó cuando detuvieron a Elba Esther?, pues se limó el resto del sindicato hacia abajo. Elba Esther iba a hacer una reunión con los secretarios generales de todos los estados antes de que la detuvieran, iba a hacer una serie de maniobras; todo eso se detiene inmediatamente después de detener a Elba Esther, ¿por qué?, porque es un sindicato vertical, donde el líder es prácticamente un emperador. ¿En la Sección 22 qué ocurrió?, la detención de los líderes, en lugar de amedrentar o romper una estructura, o una línea vertical, lo que hace es al contrario: muchos grupos que normalmente se mantienen muy relegados toman una preponderancia con la detención de los líderes, porque hay que decirlo también, los líderes en la lógica de la Sección 22 y de la CNTE son normalmente más moderados que las bases, las bases son más radicales, la mayoría de las veces, que los líderes magisteriales de la propia CNTE.

 

Entonces, por supuesto, que esta segunda decisión autoritaria por parte del gobierno de fabricar delitos y de detener a estos dirigentes, lo que hace es todavía poner en la vanguardia del movimiento magisterial a los grupos más beligerantes, a los grupos más críticos. Y además esta decisión autoritaria del gobierno les termina por dar la razón dentro del movimiento magisterial.

 

 

Al gobierno le interesa ganar la batalla de Oaxaca, corazón de la resistencia

 

 

A pregunta expresa sobre el porqué Oaxaca es el epicentro del conflicto, Diego nos ilustra:

 

Oaxaca es el estado donde la CNTE tiene la mayor base de miembros. El sindicato ahí tiene una militancia cercana a las 80 mil personas... entre maestros, secretarias, intendentes, todos los que forman el aparato educativo.

 

Oaxaca efectivamente es el corazón de la resistencia que está encabezando la CNTE, y por eso al gobierno le interesa sobre todo ganar la batalla en Oaxaca, porque ellos piensan que ganando la batalla en Oaxaca, el resto de los movimientos que están emergiendo en geografías inesperadas del país, como Nuevo León, van a ser derrotados o van a tener que someterse.

 

Pero la realidad no me parece que [esto] se centre en esta disputa de la CNTE, o sea, hay un enorme malestar contra este gobierno, el gobierno federal, que es un gobierno que perdió estrepitosamente incluso en las pasadas elecciones, incluso con el nivel de recursos que invirtieron para comprar votos y para acarrear personas en sus eventos de campaña, perdieron estrepitosamente, y a mí me parece que ahí hay una expresión silenciosa, por decirlo así, de los maestros de todo el país que están en desacuerdo con toda esta campaña en contra de ellos, toda esta campaña de desprestigio que ha hecho el gobierno con tal de imponer una reforma que conviene más a los intereses del Fondo Monetario Internacional que a los intereses de la sociedad; o sea, en México hay, en la Ciudad de México nada más, hay 200 mil personas que no saben leer ni escribir, o sea, el problema de la educación en México es un problema real, vigente. El Estado no puede abandonar la deuda social que tiene ahí con tal de garantizar programas económicos internacionales.

 

A mí me parece que eso los maestros, no nada más los de Oaxaca sino los de todo el país, lo saben; sin embargo los de Oaxaca, por el nivel de politización que han venido teniendo por esta experiencia directa con la realidad extrema de México, y además, con la organización que a mí me parece muy democrática de su sindicato, pues les permite ser la vanguardia.

 

(Continuará)

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Cristina Sada Salinas
Regiomontana, apasionada por la comunicación, en la busqueda de construir opciones de participación ciudadana, para hacer frente a la corrupción del poder político y económico de México.

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